El Pilar de la Mola

El Pilar de la Mola es un pueblo de Formentera, que da nombre a una de las tres únicas parroquias de la isla (las otras son las de Sant Ferran y la de Sant Francesc).

El Pilar de la Mola se encuentra en la zona este de la isla, en el centro de una meseta más elevada que el resto de la isla. Esta meseta se encuentra rodeada de unos imponentes acantilados prácticamente de 90º que finalizan en el mar. Cerca de el pueblo de El Pilar de La Mola se encuentra el punto más alto de toda Formentera con 192 metros.

La Iglesia de El Pilar de La Mola durante las fiestas de octubre
La Iglesia de El Pilar de La Mola durante las fiestas de octubre

Para acceder a El Pilar de la Mola hay que tomar el único camino posible, a través de la carretera principal que inicia una pendiente a partir del pueblo de Es Caló de Sant Agustí. En la subida, el Mirador de Formentera es una parada obligada para disfrutar las vistas y la perspectiva de toda la isla.

¿Qué hacer en La Mola?

El pueblo de El Pilar ha sido tradicionalmente una mini-isla dentro de la misma Formentera. Debido a su situación sobre una península elevada, los habitantes de este pueblo eran escasos y se abastecían ellos mismos. Actualmente es palpable la gran cantidad de terreno cultivado que se encuentra alrededor del pueblo.

Una turista dejándose llevar por la magia del faro de La Mola
Una turista dejándose llevar por la magia del faro de La Mola

Las principales razones para dejarse caer por aquí son ver el fenomenal Faro de La Mola y dejarse sorprender por sus acantilados, comprar recuerdos en el original Mercadillo de La Mola y conocer un poco más a fondo la historia de la isla visitando el viejo molino de Es Molí Vell.

El Mercadillo Artesanal del Pilar de la Mola

Imagen parcial del mercadillo de La Mola
Imagen parcial del mercadillo de La Mola

El pueblo de El Pilar de la Mola no es muy grande ni cuenta con muchos habitantes, pero tiene gran cantidad de atractivos. Además del mencionado Mirador de Formentera, cabe destacar la celebración semanal del mercadillo artesanal. En este mercadillo de notable influencia hippie se ha hecho un esfuerzo por ofrecer artículos originales y de gran valor artístico. Es posible comprar algunas de las piezas únicas que se fabrican y venden exclusivamente en la isla de Formentera.

El Molí Vell de La Mola

La preciosa imagen del molino de La Mola
La preciosa imagen del molino de La Mola

Si seguimos la carretera que nos ha conducido hasta el pueblo de El Pilar de la Mola encontraremos algunas gratas sorpresas más: A mano derecha encontraremos un desvío a un camino que nos conduce al Molí Vell de La Mola. Merece la pena acercarse y visitar por dentro este antiguo y espectacular molino.

Si seguimos la carretera, disfrutaremos de un paisaje diferente al resto de la isla, ya que lo elevado de la zona provoca que El Pilar de la Mola tenga un clima más lluvioso que el resto de Formentera. Esto provoca que esta sea la zona predilecta de los agricultores, donde se produce el vino de la isla. Largos muros de piedra se encuentran bordeando la carretera para proteger las cosechas de los fuertes vientos que soplan en la zona, aunque afortunadamente remiten en verano.

Paisaje de Formentera
Paisaje de Formentera, de camino a El Faro de La Mola

El Faro de La Mola

El final de esta carretera no podía ser más idílico: el faro de La Mola. Un edificio situado justo al borde de un acantilado a casi 200 metros sobre el nivel del mar. Por supuesto, tenemos que recomendar esta visita a todo aquel que visite la isla de Formentera.

Faro de La Mola
La larga carretera con el faro en el horizonte

Cerca del faro, existe un monumento al escritor francés Julio Verne. Se trata de una muestra de reconocimiento de los habitantes de la isla hacia este autor, que situó en Formentera la acción de una de sus célebres novelas de fantasía científica: Héctor Servadac

Fiestas y tradiciones

En la madrugada de San Juan (24 de junio) es ya tradición esperar la salida del sol desde La Mola, ya que éste es el primer punto de la isla donde se puede ver el amanecer. También se espera su salida en el primer día del año. Las fiestas patronales se celebran el 12 de octubre, con misa solemne y una breve pero entrañable procesión en torno a la blanca parroquia. Como en Eivissa, las demostraciones de ball pagés no faltan, ni las orelletes (pasteles) o la frígola (licor dulce). Entre los actos y festejos es muy notable el concurso de «tirar a es gall», un juego de bolos tradicionales cuya recompensa final es la de un gallo. La competición se realiza en un camino polvoriento o en una explanada.

La parroquia de Nostra Senyora del Pilar celebra su fiesta el día 12 de octubre. Durante esa semana tienen lugar diferentes actos, en los que se promueve la cultura de Formentera.

El monumento dedicado a Julio Verne ante el Faro de La Mola

Rutas en La Mola

Desde este lugar pueden realizarse algunas caminatas muy agradables (aunque en pleno verano, bajo el ardiente sol, el calor puede hacerlas difícilmente soportables). Puede llegarse, por ejemplo, a la cima de Sa Talaiassa, que con sus 202 m es el lugar más elevado de la isla de Formentera, con vista panorámica sobre el paisaje ibicenco, rematado por la silueta del islote Es vedrá; S’Estufador (al sur de La Mola, por el llamado camí des Torrent Fondo) o al camino de Es Monestir, en dirección norte. Son senderos que penetran en las pequeñas parcelas agrícolas de La Mola y que permiten entender las dificultades que entrañaba en el pasado la vida rural entre tanta aridez.

Los itinerarios también pueden realizarse en bicicleta, algunos están señalizados precariamente y otros pueden consultarse en los folletos que ha editado el Ayuntamiento de Formentera y que se distribuyen en el quiosco u oficina de turismo de La Savina, el pequeño puerto de acceso a la isla. De hecho, la red de caminos rurales es intrincada y extensa, aunque cada camino es breve por la naturaleza de la pequeña dimensión de la isla. No se realizarán nunca, por tanto, excursiones agotadoras, sino todo lo contrario: son paseos relajados, que inmediatamente nos introducen en el corazón rural o marinero de la pequeña isla.

Un grupo de amigos descansa mirando el acantilado sobre el Faro de La Mola.

No es necesario recordar que el respeto a la propiedad, al ganado y a la naturaleza son condiciones inexcusables. Sólo este respeto ha permitido y permitirá mantener Formentera en ese estado casi idílico que puede apreciarse a las pocas horas de transitar por la isla. Acampar está prohibido. Hay que tener la precaución, en el caso de practicar el senderismo por Formentera, de llevar ropa ligera, calzado cómodo y resistente, sombrero para evitar insolaciones, gafas de sol y reserva de agua.

Los casaments (casas payesas) que iremos encontrando a lo largo de nuestro camino serán austeros, los vecinos discretos y amables: Formentera está salpicada de casas en parcelas de dimensiones modestas, encerradas por paredes de piedra seca, tanques.

¿Cómo llegar a El Pilar de la Mola?

En Formentera las distancias son tan cortas que, una vez acostumbrados a la isla, puede parecer que este pueblo se encuentra muy lejos. Sin embargo, los recién llegados se sorprenderán de la facilidad con la que se llega hasta ‘el pueblo más alejado de todo’ de Formentera.

El pueblo se encuentra en el extremo este de la isla, siguiendo la carretera principal de la isla. Debemos dirigirnos hacia Es Caló de Sant Agustí y subir la carretera hasta El Pilar de la Mola. Debido a esta subida, es la única población a la que no llegaremos fácilmente en bicicleta, ya que la pendiente de tres kilómetros puede hacerse dura si no estamos bien preparados.