La isla de Formentera es uno de los rincones más fascinantes del Mediterráneo. Con una población que apenas supera los 10.000 habitantes permanentes, la isla aún conserva los rasgos tradicionales del Mediterráneo: casitas blancas, naturaleza virgen y playas espectaculares.
Formentera forma parte junto a Ibiza de las Pitiusas, dentro de las Islas Baleares. El hecho de que el único aeropuerto y los puertos principales de las Pitiusas se encuentren en la isla de Ibiza han hecho que durante muchos años el acceso a Formentera haya sido mucho más complicado.
A partir del boom turístico, Ibiza ha sido la isla que ha recogido la mayor parte de turismo masivo y de discoteca. De esta manera, Formentera ha sabido desmarcarse de su hermana mayor y ha competido con armas diferentes: una isla sin grandes infraestructuras para el turismo ni atracciones para el turismo. Formentera ha sabido conservarse y Formentera sigue siendo simplemente una ISLA.
Formentera es una isla pequeña: apenas se tarda media hora en llegar de punta a punta de la isla en la única carretera que existe. Sin embargo esconde mucho más de lo que imaginas: en sus 61 kilómetros de costa encontrarás grandes playas, pequeñas calas y espectaculares acantilados.